LA MÁS COLOMBIANA DE LAS FIGURAS DIVINAS

Es la más colombiana de todas de las figuras divinas. Su imagen fue tallada por el artesano Blas Brando, del almacén El Vaticano, de Bogotá, a pedido del sacerdote italiano Juan del Rizzo, quien la diseñó. Esto ocurrió en 1935.

La antropóloga Sandra Durán opina que uno de los atractivos del Divino Niño es su imagen tierna, regordeta y sonrosada, opuesta a las figuras laceradas de la iconografía tradicional religiosa.

Hasta mediados de los años 80, la imagen del Divino Niño era venerada por los habitantes del sur oriente de la ciudad, especialmente del barrio 20 de Julio, donde los padres salesianos habían construido una iglesia en 1942.

Sin embargo, la violencia desatada por el narcotráfico en esa época, el estallido de carros- bombas y la ola de atentados hizo que los bogotanos buscarán, masivamente, refugio espiritual en la imagen del Divino Niño.

A esto se sumaron las imágenes que transmitió la televisión de Andrés Pastrana visitando el templo para agradecerle al Divino Niño haber salido con vida de su secuestro. Desde entonces, este santuario comenzó a extender su influencia a todo el país.

Ahora, dice la antropóloga, incluso hay agencia de viajes que ofrecen en Puerto Rico peregrinación al santuario y está incluido en algunas guías turísticas de la ciudad.

Los domingos pasan por este santuario unos 200 ó 250 mil devotos del Niño Jesús, que asisten a las 28 misas que se celebran, en la nueva basílica y en la plazoleta, de cinco de la mañana a siete de la noche.

Los devotos, generalmente, piden favores cotidianos como un cupo en la escuela, un puesto de trabajo o que el esposo deje de tomar trago. Hasta las empinadas calles del 20 de Julio también llegan habitantes de los sectores más elegantes de Bogotá y, en época de elecciones, políticos con aspiraciones a concejos municipales o a la silla presidencial.

 

http://tr.terra.com.co/proyectos/maravillasdecolombia/divinonino.html

~ por Cotejo a las 12 en septiembre 10, 2007.

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